Las habitaciones cuentan con una tele y una cama cómoda. Empleados muy amables y educados. - Disponen de parking gratuito en el establecimiento.

El check-in fue sin problemas.

El hotel en sí está bastante bien, con aire rural, restaurante en la planta de abajo y habitaciones más que cómodas y amplias. El desayuno cumple perfectamente. La situación no está mal si se piensa en el coche, a 5-10 minutos de Feldberg y de Titisee.

No hay mucho que hacer para un paseo corto, aunque alguna ruta de trekking se puede idear. El personal del hotel es muy serio, nada cercano para lo que uno espera de un sitio tan pequeño, dan hasta un poco de miedo.

Las vistas que se aprecian desde el hotel y la tranquilidad del lugar. El desayuno estaba bastante completo y variado.

Poco generosos en ofrecer productos para el aseo personal. Las toallas de baño no las cambiaban cada día y faltaban sabanas en la cama.

Las habitaciones están amuebladas con muebles nuevos.

Habitación enorme para 5 personas con sala independiente.La cena muy buena y gran cantidad.A 5 minutos en coche del lago Titisee.

Pedimos una ración de tarta para llevar y nos cobraron 16€

El entorno natural.

El trato humano del personal del hotel, sobre todo de los camareros. No se puede ser más desagradable, no te informan de nada, te invitan a abandonar el bar porque van a cerrar (a las 21.30 h), etc..

Las habitaciones aquí son muy ordenadas y vienen con muebles nuevos. Además, cuentan con un balcón para disfrutar del aire fresco y una nevera para mantener tus bebidas frías 🌞.

es mi primera opción en feldberg, muchísimas gracias. el hotel era estupendo, me han gustado un montón sus habitaciones enormes y el personal majísimo. la ubicación era excepcional para un par de días en feldberg. el hotel se encontraba en una zona tranquila. el restaurante, que por cierto era maravilloso, ofrecía comida alemana.

Fuimos con mis colegas al Gasthaus y la pasamos genial. La habitación era enorme y las vistas brutales. Además, pudimos aparcar justo enfrente y el desayuno estaba de muerte. Después de un día a tope haciendo esquí de fondo y otras actividades en la zona, relajarse en el Gasthaus fue lo más.

Lo único que nos faltó fue un poquito más de ambiente juvenil. Nos hubiera gustado que el Gasthaus tuviera algún tipo de entretenimiento nocturno para los jóvenes.

Aunque no estaba tan cerca del pueblo como pensábamos en coche se llega en 3 o 4 minutos

No me gustó nada la habitación, en la bañera no te puedes poner de pie para tomar una ducha, puesto que es imposible ponerse de pie, ya que chocas con el techo. Las cortinas aparte de muy feas y anticuadas, no cubrían toda la ventana, con lo cual el sol te despertaba desde 1ª hora de la mañana. En la moqueta habían manchas desde hacía mucho tiempo.Instalaciones muy viejas. El desayuno aparte de muy escaso, no había nada caliente para tomar, sólo café y si se acaba algo no lo roponían porque no tienen más, se supone que el desayuno es hasta las 10 pero desde las 9 casi no queda nada. El personal sólo habla alemán. Le estaban dando un lavado de cara exterior cuando llegamos, pero realmente necesita uno interior. Se me olvidaba, la puerta de la habitación casi no la podemos abrir ni siquiera con la llave porque se trababa.

Tranquilidad

Pocos servicios e idioma alemán o ingles.

Las habitaciones están super equipadas y muy bonitas, con una cama bien cómoda y WiFi gratis. La ubicación de este lugar no podría ser mejor en esta zona. Además, ¡hay un lago a unos 30 minutos caminando más o menos! 🌲

Su localización, cerca del lago Titisee

Tuvimos un problema con una habitación: por la noche empezó a caer una gotera sobre una cama, que se puso chorreando y uno de nosotros tuvo que dormir en el suelo. Cuando pedimos que al menos nos rebajaran el precio, lo único que nos rebajaron fue el precio de las tasas, y de mala gana. La habitación era un semi sótano, muy húmeda.

El hotel estaba muy limpio y su ubicación era buena por los medios de transporte locales. Nuestra habitación en el hotel era impecable, moderna, con una cómoda cama.

Lo mejor del hotel fue la amplitud de la habitación, con una cama grande y cómoda, y un baño muy nuevo. Además, el desayuno era muy completo y el personal muy atento. La ubicación cercana a la naturaleza era perfecta para disfrutar de la tranquilidad de la zona.

Nada podría haber sido mejor.